Han pasado varios meses desde que una operación del FBI provocase el cierre de Megaupload y la puesta a disposición judicial de su cúpula directiva, incluyendo al fundador Kim Dotcom
(al que detuvieron tras una redada sacada de un guión de Hollywood). El
cierre del servicio, el embargo de los bienes de Dotcom o la prisión
preventiva son algunas de las consecuencias del cerco orquestado por
EE.UU. y ejecutado por las autoridades de Nueva Zelanda y, precisamente,
el poder judicial de Nueva Zelanda parece ser que podría darle la vuelta a este asunto. Si hace unos meses un tribunal anulaba la orden de embargo de los bienes de Dotcom y además se ponía al fundador de Megaupload en libertad bajo fianza, el juez que instruye el caso y debe dictaminar si hay o no delito ha dado un ultimátum a la acusación: tienen 3 semanas para presentar pruebas concluyentes que demuestren que Megaupload fomentaba la violación del copyright de manera masiva.
Con esta decisión judicial efectuada por el juez David Harvey,
las autoridades de Nueva Zelanda deberán presentar documentación y
pruebas concluyentes para sustentar la acusación, algo que está
íntimamente relacionado con la petición realizada por la defensa de
Megaupload que había solicitado una relación completa de las pruebas que
incriminaban a los acusados y las que, tras esta petición, podrían
tener acceso.
Esta decisión pone en una complicada situación a las autoridades
neozelandesas puesto que han estado actuando, prácticamente, como
títeres de Estados Unidos. De hecho, este punto de inflexión en el
proceso podría complicar la petición de extradición
que, precisamente, es el objetivo de toda esta parafernalia legal:
conseguir llevar a Estados Unidos a Kim Dotcom y compañía para ser
juzgados bajo las leyes de Estados Unidos.
La vista para esta eventual extradición está planificada para el
próximo 6 de agosto y con idea de que la defensa pueda preparar la vista
adecuadamente, el juez neozelandés ha decidido poner todas las cartas
sobre la mesa y dar acceso a la defensa a todas las pruebas
incriminatorias. Hasta ahora, las pruebas que se habían visto no iban
más allá de unos cuantos correos electrónicos que tenían como fuente el
Departamento de Justicia estadounidense. Además, el juez ha decidido retirar el sistema de seguimiento a Kim Dotcom (que se hallaba en régimen de libertad vigilada) y ha levantado la orden que le impedía usar su mansión (que se encontraba precintada desde la redada).
Como es de imaginar, la defensa de la cúpula de Megaupload está
bastante satisfecha con la decisión y es una buena oportunidad para
equilibrar un poco las tornas cara a la vista del mes de agosto.
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